11 de octubre 2020.
Tlapa, Guerrero, a 11 de octubre de 2020. Este día se cumple un año de la desaparición y posterior asesinato del defensor de derechos humanos Arnulfo Cerón Soriano. La noche del 11 de octubre del año pasado el defensor indígena salió de su casa rumbo a una reunión y ya no regresó. Días después las primeras investigaciones concluían que alguien conocido lo citó a la orilla de Tlapa. El plan era sacarlo para que miembros de la delincuencia organizada en connivencia con autoridades municipales pudiesen desaparecerlo. Arnulfo fue llevado a una casa de seguridad. Allí lo interrogaron y lo torturaron asfixiándolo hasta la muerte. Los perpetradores le espetaban su constante activismo como marchas y bloqueos contra el Ayuntamiento de Tlapa y su renuencia a abandonar el movimiento pese a haber sido advertido de las consecuencias que ello traería. Refieren los testigos que el Defensor le pidió al perpetrador que lo interrogaba darle otra oportunidad, pero este le respondió que ya era tarde, que eso lo hubiese pensado antes.
Tras ser asesinado los perpetradores metieron su cuerpo en la cajuela de un coche, el cual pasó por la ciudad con toda impunidad, incluso con el auxilio de policías municipales y tránsito y fue llevado a la orilla de la ciudad donde una máquina retroexcavadora ya había cavado una fosa de tres metros de profundidad. Allí fue tirado el defensor. El objetivo era que nunca lo encontraran.