14 de mayo 2021.
El Financiero
La tragedia del Metro del 3 de mayo tiene a tres jefes de Gobierno en la mira. Los peritajes definirán las responsabilidades de cada uno de ellos, pero todo eso será con respecto a lo que pasó en la Línea 12 desde tiempos de Marcelo Ebrard y hasta el atardecer del lunes de la semana pasada. Porque desde esa noche lo que sí está claro es que Claudia Sheinbaum no ha sabido lidiar con la crisis más importante de su administración.
La reacción inicial de la jefa de Gobierno fue la correcta. Acudió a la estación Olivos para conocer de primera mano el desastre por la caída de dos vagones en Tláhuac, un terrible espectáculo inédito en una ciudad acostumbrada a desgracias. Pero de ahí para acá, el manejo de la crisis ha estado marcado por los tropiezos de la administración local, a la que de paso en nada ha ayudado una actitud retadora, por no decir pendenciera, del presidente de la República, que mandó “al carajo” el planteamiento de por qué no se apersonaba a atender a las víctimas.