Versión estenográfica
Gracias, Asamblea.
Presidente.
La discusión de la renuncia de Arturo Zaldívar es un marco propicio para hablar del momento país en lo que se refiere al Poder Judicial, es una pieza más del engrane del asedio al Poder Judicial.
No sólo el ataque y la violencia de género en contra de la ministra presidenta, no sólo las denuncias y amenazas de juicio político en contra de cuatro ministros, no sólo el escarnio violando la ley y datos personales de la exposición pública de más de 30 jueces en las mañaneras, no sólo la reducción presupuestal y la extinción ilegal e inconstitucional de fideicomisos, esta es parte de la expresión del entendimiento que López Obrador y Morena tienen de la división de poderes.
Es justamente la visión de país de una opinión, de una visión y de realidad lo que el Presidente le incomoda como el contrapeso del ejercicio de la vida republicana. Y por eso no es que sorprenda la renuncia de Zaldívar, en realidad es un acto de confesión, porque él decidió arrodillarse y convertirse en el paje presidencial, él decidió arrollar su historia y trayectoria y de paso la autonomía del Poder Judicial.
No sorprende, no sorprende, como tampoco sorprendió cuando de manera increíblemente cínica fue copartícipe para extender ilegal e inconstitucionalmente su mandato por dos años. Con la cara dura aquí él vino, gestionó y fue cómplice de esa extensión de su propio mandato, dos años más, eso lo describe en su pequeño tamaño y en su gran ambición.
Ese es Arturo Zaldívar, el que vino acá a gestionar que se le extendiera su mandato. Por cierto, una reforma al Poder Judicial que Morena hoy confiesa que fracasó.
Ustedes vinieron aquí a hacer una reforma judicial quesque de gran calado y hoy nos dicen de todas formas que se requiere algo para el Poder Judicial. Pero si ustedes hicieron esa reforma, digan que fracasaron en su intento.
¿Por qué? porque el gran ingeniero de eso fue Zaldívar en un modelo de concentración de poder y de generar una condición de sumisión a la independencia también de los jueces. Acá discutimos esa reforma, y por eso claramente hay un fenómeno, que hay una enorme indignación de lo que hizo Zaldívar.
Les invito, compañeras, compañeros, a que puedan revisar el pronunciamiento del colectivo “La justicia que queremos”. Cerca de 40 organizaciones y más de 30 personas expertas mandan un comunicado, y lo que dicen con mucha claridad en el Senado de la República, que la renuncia de Zaldívar es un fraude a la Constitución, otro fraude a la Constitución.
Piden su comparecencia, se negó. Piden una cuenta pública y una generación de debate público por el precedente que eso determina, pero, sobre todo, lo que nos piden es que se rechace la renuncia, y nos piden que en caso de que esta quiera proceder se extienda sólo su temporalidad por el tiempo que falta en su mandato.
¿Por qué? porque le toca la próxima presidencia, que por cierto será Xóchitl Gálvez, hacer esta propuesta.
En realidad, lo que está de fondo es intentar el fenómeno de control del Poder Judicial por todas las vías.
Hay que decirles a nuestros compañeros de Morena, ustedes van a llevar al abogado que defendió a Bancomer en Fobaproa.
Revisen el texto de López Obrador, que probablemente ya se les olvidó, como una parte grande de su historia se les ha olvidado, en el texto y el en CD se manifiesta por López Obrador que Zaldívar fue el abogado de Bancomer para evitar la auditoría de los bancos. Ese es Zaldívar, el que hoy ustedes presumen como gran adquisición de la 4T, revisen el texto de López Obrador, ese es en verdad el Arturo Zaldívar que siempre ha estado ahí en la ambición y en el poder.
Claramente la gravedad de este caso es el incumplimiento de la ley en materia de autonomía e independencia. Lo que Zaldívar ha hecho es demostrar con mucha claridad que no puede desempeñar el cargo de ministro, y no lo puede desempeñar porque él se ha dedicado a ser un gestor del gobierno en la Suprema Corte de Justicia, administra los casos que no quieren, manipula las votaciones, retiene lo que le indigna y, claro, en esa condición él ya no puede seguir desempeñando ese cargo.
Pero lo que debe tener absolutamente claro es que Zaldívar se va con la vergüenza, con la indignidad, pero, sobre todo, con la congruencia, incongruencia de su historia.
Por su atención, muchísimas gracias.