25 de septiembre 2019.
Versión estenográfica
Quiero hablar hoy esencialmente en torno a tres temas en materia de política exterior. Y lo quiero decir con mucha claridad y de inicio, la política exterior observa un absoluto deterioro en cuanto al impacto en materia de derechos humanos.
¿Y por qué digo eso? Porque en materia de política migratoria México ha dejado de ser un ejemplo ante el mundo en lo que había realizado durante muchos años, quedó subordinada a los intereses de Estados Unidos de América y, particularmente, al interés electoral de Donald Trump.
La política exterior mexicana actual representa una cadena continua de actos violatorios de derechos humanos a partir del acuerdo migratorio signado que coloca a nuestro país como un muro antiinmigrante utilizando a la Guardia Nacional como policía migratoria.
Queríamos que persiguiera delincuentes; no que persiguiera migrantes.
Los acuerdos establecidos entre el gobierno de México y Estados Unidos no fueron revisados por esta soberanía como lo marca la Constitución con la facultad exclusiva en la fracción I del artículo 76.
La Secretaría de Relaciones Exteriores se volvió, sin tener facultades constitucionales, en la dependencia que opera la política migratoria que corresponde a la Secretaría de Gobernación, la política de migración al interior de nuestro país es materia de política interior y no tendría por qué hacerlo la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En lo que va del año México ha regresado a 131 mil migrantes centroamericanos a su país de origen, tras el acuerdo migratorio con el gobierno de Trump, crecieron las deportaciones en más de un 33 % que de por sí esto ya era preocupante y eso se ha incrementado con el trabajo que ha hecho la Guardia Nacional e incluso la Secretaría de la Defensa, se ha pasado del concepto resguardo y ahora dicen que rescatan deportando.
Más de 31 mil peticiones de refugio se suman a las 50 mil existentes en estado dependiente de resolución y los recursos asignados a la COMAR son absolutamente insuficientes para esta labor.
Se requiere recuperar la dignidad de la política exterior y liderazgo que en esta materia que en nuestro país representaba.
Segundo tema.
El reconocimiento de la competencia del Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas. El 20 de diciembre de 2006 fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas por unanimidad la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas Contra la Desaparición Forzada. México ha ratificado ese tratado y ha aceptado la obligación internacional a partir de las obligaciones que se generaron en febrero de 2007 y 18 de marzo del 2008 cuando fue ratificada.
Este instrumento establece la creación de un Comité para aceptar casos y comunicaciones personales, de personas allegadas, de abogados, de representantes cuando se representa o se informa sobre una desaparición forzada.
Lamentablemente el Estado mexicano no ha acepado la competencia de este Comité a pesar de los muy distintos exhortos que ha recibido.
Por ejemplo, en 2017, el Comité Internacional que deriva de este instrumento pidió al Estado mexicano aceptar la competencia de este Comité para comunicaciones personales.
Lo ha hecho la CNDH y lo han hecho múltiples organizaciones y lamentablemente no se hizo.
Unas víctimas, la familia Trujillo Herrera tuvo que litigar en contra, qué bueno que el Presidente dijo el 29 de febrero, perdón de septiembre de este año, que se aceptaba la competencia.
Muy lamentablemente, a casi un mes, la Secretaría de Relaciones Exteriores no ha hecho caso a la instrucción del Presidente, de aceptar la competencia.
Y termino en este tercer punto.
El interés de México no se agota en su territorio nacional, defender los intereses de las y los mexicanos, no se agota en sus fronteras, México es un país más grande que sus fronteras, no sólo por las millones de personas que están fuera del territorio nacional, sino porque una parte importante de los intereses nacionales se defiende fuera de México, el problema es que tenemos un Presidente que juega a las cortas y chicas, cede al liderazgo global de México, no asiste a los foros internacionales y piensa que sólo en el territorio nacional se defienden los nuestros intereses, estamos cediendo el liderazgo global que corresponde, para defender los legítimos intereses de las y los mexicanos que no sólo se defienden en nuestro territorio.
Por todo lo anterior, hacemos un llamado al Presidente de la República para que asuma el liderazgo global que a México corresponde.
Por su atención, muchísimas gracias.