Comparto Intervención del día Viernes 27 de noviembre de 2020
Discusión de Dictamen
Intervención en contra. Proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativos al Poder Judicial de la Federación.
El Senador Emilio Álvarez Icaza Longoria: Muchas gracias.
Estas discusiones son el tipo de discusiones por las cuales nos van a preguntar cuando salgamos de acá.
Estas discusiones son, en ocasiones, por las cuales la gente dice que el cargo dura seis años, pero el ejercicio puede durar toda la vida.
Y, por eso hay que poner especial atención, porque es una discusión que nos trasciende.
En los últimos 40, 50 años, hemos ido tratando de hacer un proceso de democratización del poder, hemos discutido enormemente en cómo agotamos el presidencialismo; el Poder Legislativo y sus excesos, ayer mismos discutíamos cómo podemos seguir limitando ese poder exceso de la cultura del Tlatoani llevando a forma de leyes.
Hemos venido discutiendo en el Poder Legislativo cómo reducir salarios, cómo reducir privilegios, cómo ser más transparentes, cómo tratar de acercarnos para ganar, recuperar o fortalecer la confianza de la ciudadanía del Poder Legislativo.
Y la discusión del Poder Judicial, por eso se hace vital, en realidad el Poder Judicial, se ha venido reproduciendo en un Estado de excepción, en realidad el Poder Judicial se ha venido reproduciendo en un fenómeno de autorreferencia, valga la redundancia.
Y, por eso es tan importante que revisemos, porque esta no es la reforma que el tiempo y el momento histórico de México requiere, esta no es la reforma democratizadora del Poder Judicial.
Yo, en estos dos años he visto con mucho interés, con mucho respeto, la insistencia del Senador Ricardo Monreal para transformar el Poder Judicial, probablemente en muchos años no ha habido tal empuje.
Celebro que el Senador Monreal diga que vamos a ir por más, pero honestamente, esta reforma queda muy lejos y lo que queremos de la democratización, del tiempo de apertura, de la reducción de los privilegios del Poder Judicial, podríamos caminar en un sentido para que los señalamientos que se han puesto aquí y otros, puedan ser disminuidos.
El nepotismo en el Poder Judicial ha sido documentado, demostrado, los estados de privilegio y los concursos en ventaja y beneficio han sido documentados.
Aquella concentración desde el Consejo de la Judicatura Federal que disciplina a uno de los poderes que, por su naturaleza y condición, debería de tener dos características, la independencia y la colegialidad, el Poder Judicial como pocos, debería de tener esas dos características.
Esta reforma camina en sentido contrario, es más, esta reforma el presidente de la Suprema Corte de Justicia, ni siquiera la consultó con los integrantes de la Suprema y no hablo de oídas, yo hablé con ministros, es sorprendente que ni siquiera con los que le dieron la confianza para su representación hubieran discutido, ya no digo, entonces, de magistrados o de jueces, una reforma del Poder Judicial que ni siquiera es consultada con los integrantes del Poder Judicial.
Es más, esta reforma va en contra, específicamente de algunas de las recomendaciones que hace el Relator de Naciones Unidas para la independencia de jueces y abogados, para decirlo en breves y cortas.
Y hay una serie de medidas que necesariamente tendríamos que revisar, por eso no es menor lo que dijo el Senador Germán Martínez: “El buen juez por casa empieza”.
Y la verdad es que se está empezando mal. Una reforma que no consolida la carrera judicial, lo contrario, una reforma que tendría que estar brindando un servicio de carrera de Estado, si algún poder tendría que tener un Servicio de Carrera de Estado es el Poder Judicial, y esta reforma no lo hace, lo contrario.
Inclusive nos proponen que digamos, que aceptemos que las designaciones de magistrados y jueces son inapelables. ¿Pero cómo en el Poder Judicial vamos a establecer que una resolución de esa naturaleza es inapelable? Es que eso es el dardo envenenado para profesionalizar, consolidar la carrera judicial.
También me parece que hay que ser muy claros, el procedimiento de esta iniciativa deja muchísimo que desear, tendríamos que haber tenido sesiones consolidadas de Parlamento Abierto para escuchar a magistrados y jueces, no los escuchamos.
Tendríamos que tener a expertos, no sólo cercanos al presidente de la Corte, o no sólo a sus asesores quienes vieron el Parlamento, pudieron escuchar que se estaba dialogando con puros asesores cercanos al presidente de la Corte.
Hay gente del Instituto de Investigaciones Jurídicas o de otras entidades que teníamos evaluaciones valiosísimas, organizaciones de la sociedad civil expertas en el Poder Judicial, que tampoco fueron consideradas, pareciere que se peinó para que en este proceso no hubiere voces incómodas.
Sí, sí creo que en esta reforma se daña un principio básico de colegialidad, pero también me parece que debilita el Pacto Federal, en un momento en que estructuralmente se está debilitando el Pacto Federal. Se quiera o no se quiera reconocer se debilitan las condiciones que tienen los estados y los municipios para presentar controversias.
Se debilita, se debilita, por supuesto, esta condición incluso de algunos órganos autónomos, constitucionales, federales y estatales. Y ha habido momento, por ejemplo, la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos acaba de ganar un caso histórico porque la Suprema Corte resolvió sobre el carácter autónomo cuando en el Congreso del estado y el gobernador del estado están atacando a la comisión.
Con esta reforma, por el criterio de esta reforma se debilita eso, y esto, por eso, no nos ayuda en un momento, que lo que estamos viendo es la concentración y la centralización de poder.
Y también se hace indispensable que tengamos claridad, que también se reduce el amparo, se debilita el amparo. Que nos vengan a decir que se quieren llevar sólo algunos asuntos a la Suprema para afectar a quienes están en una condición de más desprotección.
El amparo ayuda a defender, y que lo que se nos venga a decir es que lo que se quiere imponer en un modelo cercano al de Estados Unidos donde la Corte decide qué atraer, me parece que quebranta el principio general bajo los cuales construimos el amparo para proteger a los más indefensos.
Y también, lo quiero decir con mucha claridad, a mí me duele decirlo, pero esta reforma parece un pago de favores…
Esta reforma parece un pago de favores, parece pagar la consulta.
¿Por qué de repente nos aceleramos cuando teníamos expectativas de una reforma mucho más consolidada?
¿Por qué nos aceleramos en procedimientos de discusión, de revisión, incluso cuando hay propuestas?
Yo puedo entender, no acompaño, pero la resolución que dio la Suprema sobre la consulta honestamente fue un severo golpe.
Pero yo me pregunto: ¿Y por qué la oposición tiene que pagar ese favor?
¿Por qué tenemos que pagar eso?
¿Por qué tenemos que empoderar un Poder Judicial para que nos amenace más?
¿Por qué tenemos que generar decisiones, donde se van a nombrar a magistrados?
Incluso cuando no se dan certezas de que los problemas que sí han sido denunciados, de corrupción, de mala colocación, no se han resuelto. Y así vamos a aprobar entonces que se hagan plenos regionales para que se nombren decenas, si no es que centenas de magistrados cuando los problemas de denuncia de parcialidad, de corrupción, no han sido resueltos.
Esto va a cambiar el perfil del Poder Judicial. Y honestamente yo sí le quiero plantear a la oposición, el espacio de contención constitucional es este, podemos construir otra reforma, podemos sentarnos a discutir otra reforma, ¿por qué vamos a dejar pasar esto?
Si lo dejamos pasar los problemas que tenemos, quiero decirles, van a ser mayores, no menores, esta no es la reforma que queremos. ¿Hay algunas cosas pertinentes? Sí, la perspectiva de género, lo subrayo, lo saludo, lo celebro, pero no más.
Presidenta, en el tiempo de las reservas voy a continuar, pero sí quiero decirles, compañeros, entiendo a la posición de la mayoría, no la acompaño porque este es el momento histórico, compañeros de Morena y de la coalición gobernante, para construir las reformas que nos permitan democratizar el Poder Judicial, para resolver los problemas que se nos han dicho una y otra vez que tiene esta reforma, no los resuelven.
Pero también llamo a la oposición, ojalá estuvieran acá más integrantes de la bancada del PAN y del PRI. En su voto está poder detenerla, como lo hemos hecho en otras ocasiones, y del PRD también, MC ya dijo.
¿Para qué? para discutir en los términos la reforma que necesitamos. No nos puede ser un aliciente decir: “No, bueno, no es lo que queremos. Bueno, esto fue lo que se logró”.
No, perdón, ese no es argumento, esta no es la reforma que el pueblo de México requiere, esta no es la reforma que le regresa la confianza a la gente del Poder Judicial, no basta la legalidad, se requiere profunda legitimidad, y esta reforma no camina en ese sentido, por esa razón yo no la puedo acompañar.
Muchísimas gracias.