Versión estenográfica
Esta cartulina que pongo aquí al frente es un mensaje de distintas organizaciones de la sociedad civil, y así debe entenderse por los integrantes de la terna.
Organizaciones académicas, organizaciones de la sociedad civil, expertos y expertas les invitaron a dialogar y ninguno de ellos asistió.
La Comisión de Justicia cumplió su trabajo, la Comisión de Justicia hizo un proceso, incluso en el Canal del Congreso, una larga sesión el viernes, aceptaron de manera muy generosa y tolerante, integrantes que no somos de esa comisión.
Y yo quiero subrayar el trabajo del presidente de la comisión, pero no es debido que quienes van a aceptar un cargo de esa naturaleza no se sienten a escuchar a la sociedad civil, a expertos y a expertas, más de cien intervenciones quedaron sin responder en un foro convocado para ayer y felizmente hubo poco tiempo en la presentación de la terna al Senado, a la discusión pública.
Y éste es un tema que no debemos reducir a los espacios y parades del Senado, debe haber un diálogo con actores de la sociedad civil y debo decirlo, más allá de eso, me parece que tenemos que repensar el procedimiento, tenemos que repensar el procedimiento, porque uno de los temas fundamentales, como se decía en la comparecencia el viernes es la autonomía e independencia y el método que tenemos no nos garantiza eso, más allá de la palabra que nos puedan decir las y el integrante de la terna.
Pero hay un enorme temor, aquella llamada funesta que pudiera venir de la Presidencia de la República a un integrante de la Suprema Corte para pedirle su voto en tal o cual y hay una duda fundada de qué le van a contestar al Presidente en caso de esa hipotética llamada.
Yo soy de la idea y quiero, presidenta, así decirlo, hoy acudo a esta tribuna en protesta.
Yo pienso que están pasando cosas muy graves en este país, el decretazo del día de ayer debería ser suficiente para que la oposición en pleno detuviera esta discusión y mandáramos un mensaje para decir, así no, así no, señor presidente, de hecho, en el grupo plural, así lo propusimos a la oposición, digamos así no, presidente y posterguemos esta discusión y felizmente eso no pasó.
Pero lo digo con absoluta certeza, lo que está pasando es absolutamente grave, en el camino de la construcción de un Estado autoritario, de la excepción y de la discrecionalidad que el Presidente nos mande un mensaje, que no le importan las leyes en materia ambiental, de administración pública, de obra pública, de rendición de cuentas, de legislaciones estatales, es un mensaje muy peligroso.
Y el Senado no puede actuar como si no pasara nada, como negocios, sigamos, business as usual, no se puede así y me parece que no estamos entendiendo la gravedad, que si lo sumamos a lo que pasó el fin de semana con el mensaje del general secretario, de invitar a formar parte de un proyecto político, el escenario es más grave y pienso que las y los Senadores del bloque de contención tenemos que sentarnos a reflexionar no sólo como combatir jurídicamente estas decisiones, sino políticamente.
Me quiero centrar ahora en el tema que nos ocupa.
Hace unos meses tuvimos una discusión de la llamada gran reforma de justicia después del 94, ahora resulta que resultó insuficiente, el Presidente de la República, el presidente de la Corte, el presidente de la Junta de Coordinación Política, nos dicen que esta reforma resulta insuficiente.
Y, claro que resulta insuficiente, aquí en el Senado, en la Presidencia de la República se han hecho llamados de atención poderosos en materia de corrupción en la Corte, sabemos de qué en altos niveles del Consejo de la Judicatura y otros espacios siguen en práctica inaceptables de corrupción, de moches y de ordeña.
Eso no ha acabado y me parece indispensable que se asuma y se entienda que estamos no sólo contra esas prácticas de corrupción, sino contra el estado de excepción que existe en la Corte.
Presidenta, es indispensable que recuperemos el tema de la autonomía de la independencia, y yo debo decirles, por supuesto que reconozco la trayectoria de quienes integran esta terna.
Por supuesto que reconozco su capacidad, pero hay elementos más que fundados, de duda en materia de autonomía e independencia que resulta clave para como hoy se están dirigiendo los destinos de la nación.
En lugar de construir acuerdos se opta por la controversia judicial y para que esta no exista, se hacen entonces decretazos para inhabilitar la ley, es el sinsentido en el Estado democrático de derecho, presidenta.
Y, por eso me parece que este tema debe ser una poderosa llamada de atención.
Mi colega, Gustavo Madero y un servidor, hemos decidido, entonces expresar nuestro voto en contra del dictamen, muchísimas gracias por su atención.