Versión estenográfica
La discusión nacional tiene que tener justo un equilibrio y es muy interesante ver cómo los profesionales de la camorra vienen ahora a hablar de la defensa de protocolos y de instituciones, notable proceso de transformación, cómo el poder trastoca a la gente.
Pero lo que tendríamos que estar discutiendo en este país es por qué tenemos que ser testigos de procesos de justicia en otro país; por qué se tienen que ver por tele los juicios a quienes en su momento, por ejemplo, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad denunció en el Zócalo de la Ciudad de México que era un delincuente y que tenía que renunciar; pero por qué México tiene que ver la justicia en otro país; por qué las instancias, por ejemplo, la Fiscalía General de la República, no tiene ningún caso ejemplar o paradigmático; dónde quedó Lozoya; dónde quedó la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Se llenan la boca de discursos vacíos.
La violencia, el crimen, la corrupción, las desapariciones no son cosas del pasado.
Este gobierno va a terminar siendo el gobierno con más personas desaparecidas en la historia.
El número de asesinatos está peor que cuando Calderón que, con justicia, se le llama “un baño de sangre”.
Tenemos que entender que la justicia tiene que ser en México y es una vergüenza que se tenga que apelar a las cortes de otros países para ver la justicia en México, y encima venir acá a pretender dar clases de ética, cuando lo que estamos viendo es que ni el Metro de la ciudad funciona; cuando estamos viendo que se siguen repartiendo fajos de dinero de los propios, ahora en el partido del poder. Es decir, un poco de equilibrio, pues.
Por supuesto que se requiere revisar a García Luna y a quien se requiera, eh. Hay un pendiente en la justicia y ojalá aparezca por una vez el fiscal, porque ese está más desaparecido. Seguimos esperando la justicia en este país, qué vergüenza que se tenga que ver en las cortes de Estados Unidos.
Por su atención, muchísimas gracias.