El sexenio de Enrique Peña Nieto fracasó ante el hambre y la pobreza. La “pobreza alimentaria” definida como la población con ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria, pasó de 21.4 millones en 2012 a 23.5 millones en 2016.
La desigualdad en México es escandalosa y ofensiva.