28 de mayo 2020.
El País.
El primer Gobierno de izquierda ha sido el más violento en contra de la cultura y la ciencia con recursos retóricos y materiales.
Las últimas semanas, en plena cuarentena en México, AMLO y su gabinete, el primer Gobierno de izquierda, ha sido el más violento en contra de la cultura y la ciencia con recursos retóricos —como denostaciones y ninguneos—, y con los recursos materiales: el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, tan envidiado en el extranjero, estuvo cerca de desaparecer y su estado actual es incierto, lo que significa, a grandes rasgos, incertidumbre en la producción en todas las disciplinas artísticas; también el fondo dedicado a la producción de cine FOPROCINE, dedicado sobre todo a óperas primas y al cine alejado del mercado, desapareció y es incierto su estatus actual; también desapareció el 75% del gasto operativo para el resto del año de todas las dependencias de la Administración Pública Federal, incluyendo los centros públicos de investigación, como el Centro de Investigación y Estudios Avanzados SEP-CINESTAV y el CIDE, uno de los centros de investigación con más prestigio en Latinoamérica, lo que significa que se cancelarán las actividades en los centros de educación superior; y en días recientes apareció una poderosa carta avalada por más de 2.000 integrantes del gremio del arte, ante el cierre de teatros, cines y museos, que resume la postura colectiva de varios sectores en la cultura y la ciencia: “Desaprobamos categóricamente los actos, expresiones políticas que a lo largo de su Gobierno, y dolorosamente durante la crisis de la pandemia de la covid-19, han vulnerado la economía y dignidad de lxs trabajadorxs y productorxs artísticos y culturales, acentuando nuestras condiciones de precariedad en un contexto especialmente difícil.” De modo que muchos de los que llevamos al poder a AMLO y a su gabinete no somos partícipes de estas decisiones del Estado, pero sí nos vemos afectados de una forma cada vez más violenta, cada vez más aguda en esta pandemia.