Cuestione
Margarita Solano
La noche del 26 de septiembre de 2014 fue una de las más oscuras en Iguala, Guerrero. La Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa que había sido testigo de incontables historias de esperanza y lucha por la educación, esa noche se convertiría en testigo de una tragedia sin precedentes cuando desaparecieron 43 de sus estudiantes.
Desde ese momento, las madres, padres, familiares y amigos de los desaparecidos se embarcaron en una búsqueda incansable por la verdad.
A pesar de las promesas de las autoridades del gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto y las del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, la verdad parece esconderse detrás de un manto de corrupción e impunidad con entera complicidad del Ejército y la Marina. Así ha quedado documentado en el sexto informe de Ayotzinapa elaborado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Los resultados del informe tienen implicaciones “muy graves” para México, el presidente y las víctimas, alertó el senador independiente Emilio Álvarez Icaza en entrevista para Cuestione.
“A pesar del tiempo que ha pasado, a pesar del cambio de administración, lo que queda claro es que la Marina y el Ejército lograron imponer su voluntad de no hacer saber”.