20 de enero 2020
Excélsior
A los ciudadanos centroamericanos que ingresan sobre las balsas de Guatemala a Chiapas, se les exige documentación, como la visa humanitaria.
Miles de migrantes que ingresaron a pie a Guatemala, en su viaje desde Honduras hacia Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia, fueron frenados ayer domingo por la policía que lanzó gas lacrimógeno y militares que golpearon con palos a quienes insistían en avanzar.
Los migrantes fueron cercados en una carretera del poblado de Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, frontera con Honduras. Según cifras oficiales, hasta este lugar han llegado al menos 6 mil de las 9 mil personas que se estima ingresaron a Guatemala.
“Esto es demasiado (la actitud de la policía). Venimos de forma humilde. No estamos haciendo mal a nadie”, dijo la hondureña Marisol Domínguez, de 35 años.
Desde la noche del sábado, los migrantes están varados a la intemperie en este punto estratégico a menos de 50 km de la frontera, pues es difícil continuar el rumbo por otro lado ante la accidentada geografía del lugar.