Versión estenográfica
El domingo salimos cientos de miles a las calles, y entiendo que al gobierno le duela y le preocupa, pero lo que pasó el domingo es que la reforma electoral se sepultó, eso fue lo que pasó, porque en una clarísima expresión para informar a alguno de los Senadores que eventualmente o no tienen información o les sobra mala fe.
En dos semanas y media, en dos semanas y media se organizó una fuerza ciudadana para salir en más de 60 ciudades del país; salimos en más de diez ciudades en el extranjero; cientos de miles fuimos a las calles.
Y en un clarísimo mensaje, no podemos permitir el regreso de los tiempos del partido hegemónico, no podemos permitir que los que llegaron a la democracia con métodos democráticos los dinamiten empezando por el árbitro.
Los tiempos del árbitro con candidatos, los tiempos del gobierno metiendo la mano a la urna ya se fueron, y es fundamental entender lo que ha sucedido. Tuvimos un ejemplo extraordinario el domingo, de por qué no queremos que Morena organice las elecciones.
El secretario de Gobierno de la Ciudad de México salió a decirnos que éramos 10 o 12, por eso no queremos que el gobierno organice las elecciones porque ni contar sabe. Pero lo preocupante no es que no sepan contar, lo preocupante es el talante antidemocrático que eso supone. Si les cuesta tanto trabajo reconocer quiénes fuimos a las calles, imagínense el trabajo que les va a recostar reconocer cuando les ganemos.
En la Ciudad de México Morena es minoría. En el 21, en las elecciones de medio término Morena tuvo menos votos que la oposición, grábenselo bien, ya no son mayoría, son minoría. En la Ciudad de México si hubiera habido elecciones en el 21 de Jefe de Gobierno pierden, y eso va a pasar el 24. Por eso es importante que se entienda que no vamos a permitir ninguna reforma regresiva.