Reforma
A la mitad del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el académico Sergio Aguayo casi da por terminado el sexenio.
Tres años son suficientes, sostiene el profesor de Harvard y El Colegio de México: Si el fracaso de Felipe Calderón quedó definido por las masacres de Villas de
Salvárcar y San Fernando, en 2010; si el sexenio de Enrique Peña Nieto acabó con la matanza de civiles de Tlatlaya, las desapariciones de Ayotzinapa y el escándalo de la Casa Blanca, en 2014, el de López Obrador terminó con el decreto que declaró a sus obras como de seguridad nacional, para ponerlas por encima de la Ley Transparencia y de los requisitos administrativos.
“Es un grito de impotencia, un reconocimiento de que con las fuerzas que tenía no pudo y que tiene que intentar violar un principio básico”, asegura Aguayo, uno de los impulsores de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.