14 de septiembre 2020.
Versión estenográfica
El tema de la política social es probablemente uno de los elementos más importantes por los cuales la gente decidió darle la confianza y la mayoría al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Hay, sin duda, un pasado indefendible, las desigualdades sociales de nuestro país, los dolores sociales de nuestro país, la pobreza de nuestro país es absolutamente indefendible y deseamos en verdad que la política social echada a andar funcione, y este es uno de los terrenos que va con mucha claridad a hacer realidad lo que aquí en tantas ocasiones se nos dice, que son diferentes.
Si en verdad son diferentes, entonces tendrán que gobernar diferente y tendrán que implementar la política social de manera diferente y tendrán que tener la auditoría, la transparencia y la rendición de cuentas que tanto se defendió como la oposición. Ese será el indicador real y que nos pone la atención justo en el debate político.
A mí me sorprende que en este informe que ahora se presenta la mitad del tiempo que se informa es esencialmente ya sobre la pandemia y creería que el gobierno de la República tendría que haber puesto el énfasis de lo que está pasando en la pandemia y no informarnos como si no sucediera ésta.
El impacto en salud, en empleo, en economía es devastador, todos tenemos los números, las cifras, pero nos informan como si no fuera así el caso, nos informan cuántos cientos o miles de empleos, pero la realidad es que México cambió dramáticamente en estos seis meses y durante los próximos años tendremos que enfrentar las consecuencias de un crecimiento de la pobreza, de una dramática afectación en la salud, de una pérdida en el empleo y muchas consecuencias más.
Ese énfasis, esa realidad, no está reflejado, en mi opinión, de manera debida en este Segundo Informe y sí pienso que por supuesto que son de acompañarse las reformas constitucionales, pero advierto que ya hay focos prendidos que lo que se está gastando en programas sociales está teniendo la mayor opacidad que se ha tenido en 20 años, dos de cada tres pesos que se han gastado en los programas sociales son sin reglas de operación, los padrones no están siendo debidamente auditados y por eso es tan importante que no se convierta esto en una máquina electoral.
Si Morena quiere gobernar diferente tiene que dar la garantía de que es un derecho y no un instrumento de intercambio electoral.
Y también debo decirles, sorprende mucho la incapacidad operativa y administrativa, incluso el propio Presidente se ha quejado de la falta de implementación en territorio de algunos de los programas sociales. Pienso yo que en materia de derechos económicos, sociales y culturales todavía tenemos el gran déficit para convertirlo en la lógica de la universalidad y de un derecho.
Pienso que el tema del trabajo es donde estamos teniendo unas enormes, enormes afectaciones. Los números que se han presentado por distintas instancias en el mes de mayo y julio son realmente alarma, estamos hablando de más de 12 millones de pérdidas de empleo y que queda un enorme número al lado de un pequeñito, recuperación de 90 mil, que el Presidente celebró como gran logro.
Honestamente creo que el primer desafío para atender la realidad es claramente ubicar de qué tamaño son nuestros desafíos. El contexto social cambió dramáticamente y no veo que se esté atendiendo en eso.
En el tema de la salud yo quiero pedirles, por favor, compañeros de gobierno y mayoría, que se hagan cargo, que asuman la responsabilidad histórica que les corresponde. Hay tres indicadores que describen la situación tal cual: el país con más muertos en personal de salud del mundo, el país que ocupa uno de los primeros lugares en decesos y la crisis por venir del millón y medio de pacientes que han dejado de ser atendidos en el sistema de salud, que no han sido atendidos.
Los padecimientos de niños con cáncer y otros serán dramáticos. Hay otra pandemia por venir que tiene que ver con la desatención de todos los pacientes que han tenido que dejar su lugar por coronavirus y se hace fundamental atender.
Y sí creo que en materia de educación también tendremos un enorme desafío. Por supuesto que en este contexto hay que agradecer al personal de la salud, al personal educativo, a todos aquellos servidores públicos que entregan su tiempo, su esfuerzo y su amor, pero la verdad de las cosas es que no estamos viendo un gobierno al tamaño de la crisis y en función de los derechos que las y los mexicanos necesitamos.
Termino, insisto en que este tema requiere una política de Estado, que todas y todos tenemos que sumar. No debería ser un tema en el que el Presidente todos los días se enfrente a otros gobiernos, no debería este un tema donde se descalifique a la lucha social de las feministas o de los campesinos. El Presidente acudió a la resistencia civil pacífica en Tabasco, en Reforma o en otros lugares y ahora es momento de apoyar el ejercicio de esos derechos de gente que reclama el respeto.
La congruencia debe ser en este tema uno de los mayores ejemplos para poder creerles que en verdad gobiernan diferente.
Por su atención, muchísimas gracias.