9 de septiembre 2020.
Versión estenográfica
Vivimos una crisis económica sin precedente y más vale que lo reconozcamos aquí, porque no entender dónde se está parado va a ser más grande el problema y van a ser peores las consecuencias.
Y esta crisis económica no es solo por el coronavirus, veníamos ya del primer año del actual gobierno con crecimiento cero, en realidad no habíamos crecido. Esta pandemia nos toma entonces en el peor momento, en un momento de crecimiento económico y donde se empiezan a pagar las consecuencias de las malas decisiones económicas y de las malas decisiones fiscales.
Y también hay que decirlo así, un gobierno que se dice de izquierda del más patético corte neoliberal al que se enfrenta, por supuesto el grande riego de la seguridad económica y social de las y los mexicanos en México y fuera de México.
Las medidas que ha tomado este gobierno en materia de despidos, de reducción del gasto público, de contracción del aparato del Estado, serían medidas que Margaret Thatcher aplaudiría de pie; en realidad una parte importante del modelo económico es en esencial un modelo de disminución de la capacidad del Estado en detrimento, incluso de su propia capacidad de ejercicio.
Y hay que subrayar, que esta condición económica de crisis tendrá que ser enfrentada con medidas importantes. Es inverosímil que un gobierno que se presente como de izquierda no haya implementado ya un ingreso vital de emergencia.
Necesitamos reaccionar de inmediato, si no se quiere el ingreso básico universal, tendríamos que enfrentar, implementar y desarrollar un ingreso vital de emergencia para que las personas que han perdido su empleo tengan condición para sobrevivir.
Infelizmente, desde marzo que este tema se puso en esta tribuna, no se ha querido atender y así millones de personas han sido afectadas por la incapacidad de toma de decisiones.
Pero también hay que decirlo con mucha claridad, el gobierno tendría que ya estar tomando medidas contracíclicas para enfrentar esta crisis e infelizmente no lo ha hecho.
No necesariamente, y eso hay que decirlo, endeudarse o generar problemas económicos es para beneficiar al gran capital, no, tiene que ser para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, esas que dan el 80 % del trabajo.
Hay todavía un trauma por el Fobaproa, fundado por los actos de corrupción y robo del pasado indefendibles, pero sí necesitamos la capacidad del Estado para ayudar a las pequeñas y medianas empresas; mientras más empresas cierren, más difícil será la recuperación económica. Ahí hay un error de la política económica de este gobierno.
También tendría que ser momento para una política redistributiva de fondo, utilicen los votos y la capacidad que tienen en el gobierno para la redistribución hacendaria y financiera. No se está haciendo.
Si se quiere hablar realmente de redistribución financiera, tiene que hacerse una nueva política fiscal, que no se está haciendo.
Perdemos con Pemex miles de millones de pesos por hora, tenemos que buscar un modelo distinto.
Sí, recuperemos a nuestra industria nacional, pero en un modelo que nos signifique la pérdida de millones de pesos por minutos.
Así no hay presupuesto público que alcance, tenemos que buscar un modelo como el noruego, que tiene una condición de política de Estado y visión, pero busca socios en beneficio del pueblo.
Y, sí, también creemos que es indispensable crecer la inversión pública.
Y, miren, por obvio de tiempo, ya no me dará tiempo, dos últimas ideas.
El abuso del presupuesto del gobierno federal lleva ya a la necesidad de un nuevo pacto fiscal, 10 gobernadores han levantado ya el tema, necesitamos un nuevo pacto fiscal.
Y termino, el presupuesto que se presentó el día de ayer, fíjense qué ironía, menos dinero para las víctimas y por tercer ejercicio consecutivo más dinero para las Fuerzas Armadas. Hasta en el presupuesto López Obrador consiente a los militares.
Perdemos en trabajo, perdemos en presidencia, perdemos en el servicio exterior, ayer al que tanto felicitamos; bueno, prepárese el servicio exterior porque tendrá nuevos recortes.
Pero, sobre todo, lo que es inadmisible es que haya nuevo recorte para el trabajo de defensa a las víctimas.
Termino, necesitamos un acuerdo económico de Estado y no una narrativa vacía de unos contra otros.
El crecimiento económico que este país necesita tendrá y necesita la suma de todos los actores, no alcanza con el presupuesto público como motor de la economía, necesitamos a todos los agentes económicos.
Invito al Presidente de la República a un pacto económico de Estado con todos los agentes productivos, porque, si no, habrá un retraso en el crecimiento que será en afectación de toda la población.