Versión estenográfica:
Hemos discutido en otras ocasiones esta temática, y honestamente insisto en la aproximación equivocada, pero sobre todo lo que más me sorprende es cómo esta izquierda pierde su memoria.
En general la izquierda tuvo una lucha histórica en contra de este tipo de procesos, y ahora lo abraza de manera ciega y silente.
Sigo insistiendo que el mejor mecanismo es la formación de la oficialidad de la jerarquía militar fuera de territorio nacional.
Sigo insistiendo, como lo hice en ocasión anterior, que nuestro marco legal no permite la entrada de tropas con armamento ni siquiera para capacitación, como se ha establecido, no hay ley alguna que lo permita, no hay ordenamiento alguno que lo permita.
En todo caso lo que sorprende es este doble discurso, este discurso que genera por una parte una práctica distinta a lo que se dice.
En todo caso un ejercicio de honestidad, honestidad intelectual y la aproximación de lo que se dice con lo que se hace, sería muy pertinente.
México requiere, sí, una revisión de su política de seguridad; México requiere, sí, una revisión del modelo de seguridad.
Lo que hoy se ha abrazado es esencialmente un modelo militarista, que eso es también otra derrota de este gobierno, no solo le han dado la razón histórica a Felipe Calderón y a otros actores, sino que en realidad han depositado responsabilidades más allá de la seguridad en los mandos de los militares que no corresponden.
Las Fuerzas Armadas no tienen que estar bacheando carreteras, las Fuerzas Armadas no tienen que estar distribuyendo fertilizantes, no tienen que estar manejando líneas aéreas, ni construyendo trenes; para lo cual no tienen ni siquiera capacidad física y subcontratan. Eso en realidad lo que está haciendo es sembrar el cáncer de la corrupción en las Fuerzas Armadas.
Y hoy hay un fenómeno que quiero insistir y advertir, una de las herencias más peligrosas de esta administración será justo un régimen militarizado, autoritario y un narco gobierno.
Eso me parece a mí los tres elementos más peligrosos de esta administración.
Y también creo que la otra herencia es dejar una elite empresarial militar, el tipo de privilegios y condiciones excepcionales de manejo presupuestal que se le ha dado a las Fuerzas Armadas constituye un error.
El tipo de medidas que hoy se quiere aprobar por la mayoría forma justo parte de esa condición de excepción.
Yo creo que es un error histórico, creo que es un error político, y creo que es un error jurídico. El tiempo lo va a señalar con mayor contundencia, pero en todo caso es importante que en esta soberanía se sepa quienes nos oponemos.
Insisto, en que debería ser un criterio absolutamente distinto, y no la entrada que no tiene marco legal, como hoy se propone por la mayoría.
Por su atención, muchas gracias.