13 de mayo 2020.
El País
La covid-19 ha puesto de manifiesto la complicada, incómoda o delirante relación que algunos políticos mantienen con el periodismo y sus profesionales. En los últimos días, la población ha sido testigo de cómo presidentes de gobierno, alcaldes, líderes políticos y responsables de los equipos de emergencia han perdido las maneras cuando se han visto delante de una cámara, un micrófono o una grabadora. En todo caso y para ser justos, también hay que señalar que hay políticos que no necesitan de una pandemia mundial para salir en los papeles perdiendo los ídem.
Donald Trump: victimismo, paranoia y muchos tuits
El presidente de los Estados Unidos ha mantenido una tensa relación con la prensa desde su llegada a la Casa Blanca. El empresario y político no ha dudado en señalar a periodistas, calificarlos de malos profesionales y afirmar que sus medios de comunicación, por ejemplo la CNN, funcionarían mejor si sus directivos prescindieran de ellos. Este comportamiento se ha visto acentuado durante la crisis de la covid-19, en la que Trump ha mostrado un amplio rango de registros que, además de los ataques a la prensa, abarcan el infantilismo de compararse con España en la gestión de la pandemia, el victimismo de afirmar que la covid-19 fue creado para torpedear su reelección o, directamente, el odio hacia un enemigo al que culpa de la pandemia: China. La cima de esta escalada se alcanzó el pasado 25 de abril, cuando el Presidente de EEUU anunció que no volvería a convocar ruedas de prensa porque los profesionales de los medios de comunicación tergiversan sus palabras, queja que estaba en relación con las declaraciones en las que aconsejaba ingerir o inyectarse desinfectantes para combatir el virus. Coherente con su decisión, ese anuncio no lo comunicó a través de una rueda de prensa, sino en su cuenta de Twitter: “Qué sentido tiene hacer las conferencias de prensa de la Casa Blanca cuando los sosos medios mainstream no hacen más que formular preguntas hostiles y luego se niegan a informar de los datos con precisión. Tienen audiencias récord y los americanos reciben fake news. ¡No merece la pena el tiempo y el esfuerzo!”, escribió Trump.