17 de octubre 2020.
Animal Político
El 17 de abril de 2016, el General Salvador Cienfuegos pronunció una disculpa que parecía histórica. Ante 30 mil efectivos congregados en la plaza Damián Carmona del Campo Militar número 1, el entonces secretario de la Defensa Nacional entonó la contrición por el video aparecido meses atrás en el que soldados torturaban a una mujer con una bolsa en la cabeza.
“Estos sucesos repugnantes, aunque aislados, dañan de manera muy importante nuestra imagen y el prestigio que dignamente hemos ganado en más de 100 años de lealtad”, dijo el militar, que ya cargaba a sus espaldas con las consecuencias de dos de los hechos más luctuosos del sexenio pasado: la masacre de Tlatlaya, en junio de 2014, y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida en septiembre de ese año.