Versión estenográfica.
Muy buenos días a todas y todos, muy buenos días querido Emilio, muy buenos días a tu maravilloso equipo.
Muchísimas gracias por la invitación y muchas gracias por tenerme aquí nuevamente hablando en representación de México Unido Contra la Delincuencia por supuesto y, creo también por otras organizaciones que encontramos en tu escaño y en tu trabajo oportunidades muy importantes de diálogo, de acercamiento, de interlocución y de vinculación.
Recuerdo con mucho cariño que estuve presente también en tu primer informe de actividades como legislador, y en ese momento no sabíamos que no sólo íbamos a vivir, digamos, un contexto político, histórico particular, que nos iba a llevar a colaborar más de lo que nos hubiese gustado. Sino que tampoco teníamos muy claro que nos íbamos a ir a encerrar dos años de pandemia, a vivir lo que significa el trabajo del activismo de la defensa de los derechos humanos y de la legislación y la política desde el encierro, desde los lugares en donde justamente la presencialidad no nos iba a permitir encontrarnos y donde no se nos iban a permitir trabajar en las formas en las que normalmente trabajábamos y con quien normalmente trabajábamos.
Y quiero empezar justamente en esta reflexión desde ese lugar: ¿Qué encontramos y qué pudimos hacer con Emilio Álvarez Icaza desde la Sociedad Civil tradicional en estos seis años?:
Decía yo que encontramos vinculación, que encontramos espacios de diálogo, que encontramos cercanía y que encontramos la capacidad de interlocución con autoridades electas que tenían una responsabilidad de trabajo legislativo, pero no solo de trabajo legislativo sino también de representación y, agarraste la representación de muchos sectores que quizás no estaban del todo en la mayoría, o no estaban del todo en la minoría, pero que tenían causas muy puntuales y muy específicas que abanderar.
¿Cómo hicimos ese trabajo de vinculación, cómo participamos en ese trabajo de cercanía y de diálogo? lo hicimos a través de foros, recordarás en más de decenas de ocasiones, hicimos foros de discusión, foros de discusión entre organizaciones de sociedad civil, entre líderes de movimientos y colectivos, con representantes de otros partidos políticos, que quizás no nos hubieran respondido a la primera a nosotros, pero que convocados por tí estuvieron ahí.
Ejercimos ese trabajo de diálogo a través de la presentación de informes y evidencia directamente en el Senado de la República, y repartimos, con ayuda de tu querido equipo, senador por senador, reportes sobre violencia homicida en México, reportes de finanzas y presupuestos asignados a las Fuerzas Armadas y además, utilizaste esa evidencia no sólo en tus posicionamientos, en el uso de la tribuna, en los votos particulares, sino también en la información de votos o en contra sobre legislaciones muy particulares, o a favor de leyes y legislaciones que nos hacían falta, y que no estaban siendo consideradas todavía.
Así que en esta primera parte, déjame decirte mi querido Emilio, Gracias. Porque fue un tiempo histórico, político y epidemiológico particularmente difícil y encontramos en ese trabajo, espacios que fueron muy valiosos, tanto en lo presencial, como en lo virtual.
Ahora ¿qué trabajamos durante estos seis años?, creo que en términos de agenda, vale la pena recordar que empezamos este sexenio con una Reforma Constitucional de Guardia Nacional. Una Reforma Constitucional de Guardia Nacional que ya nos adelantaba cómo iba a ser el trabajo parlamentario, el trabajo político, pero también la ausencia de diálogo, por que aunque se realizó un ejercicio sin precedentes de parlamento abierto, nada de lo ahí discutido y fuimos las organizaciones de la sociedad civil, quienes llevamos la minuta de cada una de las intervenciones de ese parlamento abierto, nada se incorporó.
Pero recordarás Emilio, que lo que sí sucedió fue que se logró hacer un grupo chiquito de legisladores en el Senado de la República, que trabajaron de manera permanente en esa Reforma y lograron para México y nuestra Constitución la salvaguarda de algunos elementos que eran particularmente importantes, como que se constituyera esa corporación como una fuerza policial federal de carácter civil o que estuviera adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y no así a la CEDENA.
Se logró con muchos esfuerzos, se vivió con mucha decepción el intento no dialógico de regresar bastantes elementos a esa reforma constitucional, de último minuto, ya en su lectura en el pleno, algo que sin duda nos tomó un tiempo recuperarnos y fue lo que dio vida a la corporación que conocemos y luego se mandó hacia otro lugar.
Pero no solo vivimos esa Reforma, luego vino la Reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, y ahí tus reservas y tus votos particulares para que las víctimas del delito y violaciones graves a los Derechos Humanos no perdieran su posibilidad de participar en las investigaciones y en la defensa de su proceso penal, es fundamental. Nosotros como organización lo litigamos, y ese, es el único amparo indirecto que sigue vivo en la Suprema Corte de Justicia sobre la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, y lo hicimos precisamente, porque sabíamos que había habido posición legislativa, eso, y por que sabíamos que lo que nos unía era precisamente luchar por los derechos de esas personas víctimas y por los derechos de apertura de las instituciones de seguridad y justicia.
Vinieron luego el paquete de reformas legales, o más bien, las leyes secundarias de la Guardia Nacional, registro de detenciones, Ley del Uso de la Fuerza, ley secundaria de Guardia Nacional, en donde lo que empezamos a defender fue por ejemplo la no definición taxativa de que era un arma y cómo se debería usar, en donde defendimos también que los militares tuvieran que rendir registro de las detenciones que realizan a una autoridad civil, y ganamos algunas cosas y perdimos varias, incluida en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Trabajaste con nosotros en todo el proceso de decenas de iniciativas de marihuana, porque no fue una, fueron como quince versiones de la misma Ley general de marihuana que tuvimos que trabajar y revisar hasta la última coma para verla pasar en las dos cámaras, en el Senado y en la Cámara de Diputados, y que luego no fuera ley.
Eso me lleva a decir, trabajamos como locos, en un periodo de un voluntarismo legislativo bárbaro que no siempre se dio dentro de los límites de la reglamentación parlamentaria del Senado, de la Cámara de Diputados, y aún así, habiendo trabajado como locos, nos queda un montón hacia adelante. Nos queda reformar la política de drogas, porque si bien, llegamos lo más lejos que habíamos llegado nunca, no concluimos ese ejercicio y a partir de la próxima legislatura lo debemos hacer.
Nos queda detener o arreglar las cosas que ya son Ley y que son perfectibles y arreglables, como esto que mencionábamos de la Ley de detenciones, como esto que mencionábamos de Ley de uso de la fuerza, como la Ley de fiscalía, y nos queda avanzar por lo que aún no es ley, nos queda corregir lo que hoy es ley y es abiertamente inconstitucional como haber ido engrosando el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa y que hoy todavía frente a las reformas constitucionales hay nuevos delitos que se quieren meter ahí para seguir encarcelando a miles de personas sin juicio.
Y nos queda quizás lo más interesante que va a ser para quienes te sucedan en el trabajo legislativo, mantener esa apertura para discutir ese bloque de reformas constitucionales tan grande que se viene con la reforma judicial, con la reforma militar, con la reforma de órganos autónomos, con la reforma de prisión preventiva oficiosa, con un montón de reformas que para los que estamos en el sector de seguridad y de justicia son particularmente regresivas, no sólo para lo poco que hemos conquistado, sino para lo mucho que todavía nos podría suceder.
Enfrentamos mi querido Emilio quizás el momento más débil de la justicia civil frente a la amenaza del momento más fuerte de la justicia militar, enfrentamos también un momento muy, muy, muy difícil en términos de lo que podría pasar para los procesos penales federales de aprobarse una reforma judicial que amenazaría con reponerlos, al menos todos aquellos que ya estén en fase de oralidad, nos queda un montón de trabajo por hacer, pero ese trabajo legislativo quizás en lo inmediato ya no te va a tocar a tí, lo que si te va a tocar y nos va a tocar a todos los que estamos acá, es pelear por lo más difícil, que no es el contenido de la ley, es pelear por la vigencia del paradigma de Derechos Humanos que hoy en día está siendo abiertamente cuestionado, que está siendo abiertamente atacado y no hablo únicamente de México, a nivel global hay una crisis de la vigencia de ese paradigma, y a nadie de los que estamos aquí nos conviene que se debilite.
Nos a seguir tocando trabajar por la democracia, porque también es una forma de gobierno que está en cuestión y que hasta que no encontremos su sustituto más efectivo, pues tendremos que seguir participando de ella, y tendremos que seguirla mejorando. y nos queda el reto quizás más importante que es seguir apostando por el diálogo y la política institucional, además de apostar por el activismos y la defensoría de derechos humanos, y en eso te vuelvo a agradecer, no solo por los espacios que institucional y personalmente nos ofreciste, sino por las lecciones de que es válido el diálogo con el contrario, es válido hacer política, es necesario negociar y se puede, se puede hacer cambios dentro de lo institucional y dentro de la ley.
Muchas gracias querido Emilio.