El Universal
Sudáfrica rindió este sábado un homenaje a su último gran héroe de la lucha contra el apartheid, el arzobispo Desmond Tutu, en un funeral en Ciudad del Cabo sin pompa, como él deseaba, pero lleno de emoción y discursos que recordaron su papel clave en la historia del país.
Bajo un cielo gris y una ligera llovizna, familia y amigos, sacerdotes y dignatarios, se reunieron para despedir al admirado religioso, fallecido el pasado 26 de diciembre a los 90 años.
“Papá diría que el amor que todo el mundo nos ha mostrado (esta semana) es reconfortante”, dijo su hija Mpho a los asistentes. “Os damos las gracias por haberlo querido tanto”.
Tras el himno nacional, el presidente Cyril Ramaphosa pronunció el panegírico: “Si el arzobispo Desmond Tutu estuviera allí, diría: ‘¿Por qué estás tan triste, tan infeliz?'”, bromeó.
“Madiba (el nombre del clan de Nelson Mandela) fue el padre de nuestra democracia, el arzobispo Tutu, su padre espiritual”, dijo el jefe de Estado, antes de entregar a la viuda de Tutu, “Mama Leah”, como la llaman cariñosamente los sudafricanos, una bandera nacional.