El País.
Timothy Snyder, historiador estadounidense, advirtió hace tres años sobre las consecuencias de la mentira alentada por Donald Trump como forma de gobierno en Estados Unidos. Lo hizo en Sobre la tiranía (Galaxia Gutenberg). Fue un breviario que advertía de los peligros que suponía para el periodismo y para la sociedad la imperiosa entrada del presidente de Estados Unidos en el reino de las fake news. Ese libro tiene ahora un epílogo dramático en las consecuencias mediáticas y políticas del drama sanitario por el coronavirus. Snyder (Ohio, 50 años), vestido con una camiseta de la universidad donde enseña, Yale, atiende a EL PAÍS por Facetime desde su casa en New Haven (Connecticut, EE UU).
Pregunta. ¿Cómo se las está arreglando usted?
Respuesta. Imagino que como todo el mundo. Procuro cuidar a mi familia, intento guiar a mis hijos con las tareas. Intento encontrar una nueva rutina que me permita trabajar al principio y al final del día, mientras que en la parte central la dedico a mi familia. Me encuentro bien. Hay mucho en lo que pensar. Este es un problema objetivo y un problema político. Y hay mucho que pensar en términos históricos, y procuro trabajar en eso.
P. ¿Ha encontrado razones para sentir miedo? ¿El miedo es un argumento en estas circunstancias?
R. Es muy, muy importante. Personalmente no tengo miedo. Lo que me preocupa de verdad es el miedo político. Me preocupa que una catástrofe, que puede ser incluso propiciada por un Gobierno, se pueda utilizar para ayudar a consolidar el poder en ese mismo Gobierno. Me preocupo por la política del miedo. La política del miedo es muy importante en mi país porque, cuando enfermamos, realmente no tenemos adónde ir. No sabemos cómo hablar de la enfermedad. Tenemos un sistema sanitario muy pobre. El problema no es solo que la gente se esté muriendo. El problema es que además la gente tiene miedo a morir, y no sabe cómo resolver este problema.
P. Usted ha escrito sobre varios escenarios de desastre. Este ha sido causado por un virus, no por dictadores. Parece una novela de misterio. ¿Tiene la sensación de que este tipo de misterios pueden reaparecer para dirigir la humanidad por algo que no comprendemos?
R. A nivel profundo el problema es que nos permitimos estar alienados del mundo que nos rodea, alienados de la naturaleza. Lo cierto es que somos animales y como tales estamos expuestos a contraer enfermedades. Si nos olvidamos de esto, nos sentiremos vulnerables. Las pandemias ocurren, son una parte importante de la historia de la humanidad, eso lo sabemos. Tienen un aspecto alarmante, porque son invisibles, pero la verdad es que ahora estamos mejor preparados que nunca en la historia para entender una pandemia. El problema no es nuestro entendimiento objetivo de la situación, es que algunos países tienen gobernantes que deliberadamente lo malinterpretan y dificultad que otras personas lo entiendan bien. Lo que ha ocurrido, por ejemplo, en Estados Unidos es que tenemos un Gobierno que deliberadamente no hizo pruebas a la gente, y eso propició que hubiera toda clase de incertidumbres y miedos, creando esa sensación de misterio. Esto no debe ser algo misterioso. Debemos tener personas competentes al mando, en quienes confiemos. Si confiamos en los que mandan no tendremos tanto miedo y no habrá tanto misterio y nos resultará más fácil ser libres. Lo preocupante es que la gente autoritaria saque tajada de la confusión y del misterio.
P. Sobre la tiranía parece tener un tremendo epílogo en este asalto de la mentira que ocurre en tiempo de pandemia…