Reporte Índigo
Las labores que ha realizado como ombudsperson Rosario Piedra, así como la manera en la que llegó al cargo que hoy ocupa en el Gobierno federal, van en contra de los principios por los que su madre luchó toda su vida.
El senador Emilio Álvarez Icaza Longoria calificó como “absolutamente vergonzoso” que la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, haya presionado a la Secretaría de Gobernación para que, junto con el Comité ¡Eureka!, fueran incluidos en el proyecto de la Cuarta Transformación y consolidar sus proyectos personales de crear una “Comisión de la Verdad” para atender casos de la Guerra Sucia.
Previo a llegar a la presidencia de la CNDH, la activista reclamó un espacio para incrustar al Comité ¡Eureka! en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador; lo cual, al presionar a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y al subsecretario de Derechos Humanosde esa dependencia, Alejandro Encinas, ganó.
Al respecto, el senador sin partido, dice que es vergonzoso con la historia, con la trayectoria, con la herencia de Rosario Ibarra de Piedra, que su hija haya aceptado la designación de titular de la CNDH en medio de la inconstitucionalidad y jaloneos.